INTRODUCCIÓN
La infertilidad se define normalmente como la incapacidad de lograr un
embarazo luego de un año de coito sin protección. Si ha estado intentando
concebir durante más de un año, debe considerar una evaluación de
infertilidad. Sin embargo, si tiene más de 35 años, debe comenzar una
evaluación de infertilidad luego de unos seis meses de coito sin protección
en lugar de un año, para no demorar un tratamiento que posiblemente
necesita. Si tiene una razón para sospechar que existe un problema, debe
buscar atención antes. Por ejemplo, si tiene ciclos menstruales muy
irregulares (lo cual puede indicar que no ovula o libera óvulos), o si usted
o su pareja tienen problemas conocidos de fertilidad, probablemente no
deba esperar un año entero antes de buscar tratamiento. Si usted y su
pareja no han podido tener un hijo, usted no está sola. Al menos una de
cada siete parejas tiene problemas para concebir. Durante este periodo,
es normal tener sentimientos de frustración, celos, enojo y estrés. Sin
embargo, una vez que comience a explorar sus alternativas médicas, verá
que los tratamientos para la fertilidad ofrecen más esperanza que nunca de
lograr un embarazo exitoso. La gran mayoría de las pacientes que buscan
atención de un especialista en fertilidad logran su objetivo de quedar
embarazadas.
Su ginecólogo de cabecera puede realizar la primera evaluación de
fertilidad, o puede escoger ser evaluada por un especialista en infertilidad.
Es importante que encuentre un médico en quien confíe o con quien
se sienta cómoda. Algunos obstetras/ginecólogos generales tienen un
interés especial en el tratamiento de la infertilidad.
Una vez que haya escogido un médico capacitado, usted y su pareja
serán sometidos a una serie de pruebas. A veces esto puede requerir una
importante dedicación de tiempo y energía por su parte, pero los resultados
son invaluables. Antes de que se realicen estas pruebas, el médico le hará
preguntas y revisará cualquier antecedente que usted y su pareja pudieran
tener de una evaluación de infertilidad.
Su médico revisará sus antecedentes y le hará preguntas a usted y a su
pareja para ayudar a identificar posibles causas de su dificultad para
concebir. En la primera visita típica, el médico le preguntará sobre la
frecuencia y la regularidad de su periodo menstrual, posibles dolores
pélvicos, flujo o sangrado vaginal anormales, antecedentes de infección
pélvica y enfermedades médicas. Espere preguntas acerca de embarazos,
abortos espontáneos, cirugías y métodos anticonceptivos previos. A
su pareja se le harán preguntas acerca de lesiones genitales, cirugías,
infecciones, uso de fármacos o medicamentos, antecedentes de tener otros
hijos y enfermedades médicas previas. Se les preguntará cuánto hace
que intentan concebir, cuán a menudo tienen coito, si utilizan lubricantes
durante el coito y si alguien en alguna familia tiene defectos congénitos.
Su médico necesitará conocer los antecedentes sexuales y reproductivos
completos de usted y su pareja, incluyendo cualquier relación previa.
Como más del 25% de las parejas infértiles tienen más de un factor que
causa la infertilidad, es muy importante evaluar todos los factores que
puedan afectarla a usted y a su pareja.
EL PROCESO DE LA CONCEPCIÓN
Para poder entender las pruebas y los tratamientos de fertilidad que se le
ofrecen es importante entender cómo ocurre la concepción normalmente.
Primero, su ovario debe liberar un óvulo (ovular), que debe ser recogido
por la trompa de Falopio. Los espermatozoides deben viajar a través de la
vagina, hacia el útero y luego subir por la trompa de Falopio para fertilizar
el óvulo. La fertilización normalmente ocurre en la trompa de Falopio.
Luego, el óvulo fertilizado, o embrión, viaja hacia abajo por la trompa de
Falopio hasta el útero, donde se implanta en el endometrio y se desarrolla
(Figura 1). Si ocurre un problema en cualquier parte del proceso, puede
causar infertilidad.
FACTORES DE LA FERTILIDAD
El factor ovulatorio
Los problemas con la ovulación son causas comunes de la infertilidad y
representan cerca del 25% de todos los casos de infertilidad. La ovulación
involucra la liberación de un óvulo maduro de uno de los ovarios. Luego de
la ovulación, el ovario produce la hormona progesterona. Durante los 12
a 16 días previos al comienzo de la menstruación, la progesterona prepara
el endometrio en un entorno óptimo para la implantación y la nutrición del
óvulo fertilizado. Si tiene ciclos menstruales regulares, probablemente está
ovulando. Los ciclos que duran aproximadamente entre 24 y 34 días (entre
el comienzo de un periodo y el comienzo del siguiente) normalmente son
ovulatorios. Si únicamente tiene un periodo cada varios meses o no tiene
periodos, probablemente no esté ovulando o lo esté haciendo en forma
poco frecuente.
Para predecir la ovulación antes de que ocurra, para planificar el coito
o una inseminación, por ejemplo, puede usar un kit de predicción de la
ovulación de venta libre. Estos kits de análisis de orina están diseñados
para detectar el pico de hormona luteinizante (LH) que ocurre justo antes
de la ovulación. El pico de LH estimula a uno de los ovarios para que
libere un óvulo y produzca progesterona. Los kits de predicción de la
ovulación normalmente detectan el pico de LH un día o un día y medio
antes de la ovulación, lo cual proporciona a la pareja un aviso anticipado
de que se liberará un óvulo (ovulación). Sin embargo, no todas las mujeres
que ovulan tienen picos de LH que puedan ser detectados con estos kits.
Puede que estos kits le parezcan difíciles de usar y frustrantes. Además,
ocasionalmente se obtienen resultados falsos positivos y falsos negativos.
Su médico puede realizar una ecografía pélvica para evaluar la ovulación,
pero esto no se realiza en forma rutinaria. Este examen puede indicar si
sus ovarios producen folículos. Los folículos son sacos llenos de líquido
ubicados justo debajo de la superficie del ovario que contienen los óvulos
inmaduros. Una ecografía también puede ayudar a documentar el colapso de
un folículo y la consecuente liberación de líquido, que indica la liberación
de un óvulo.
Si usted no está ovulando, su médico puede indicar pruebas especiales
para determinar la razón y luego prescribir ciertos fármacos para inducir
la ovulación. Sus antecedentes médicos y un examen físico ayudarán a
determinar qué pruebas son adecuadas. Hay medicamentos disponibles
tanto orales como inyectables para ayudar a inducir la ovulación.
El factor de la edad
Demorar el embarazo es una decisión común entre las mujeres de la
sociedad de hoy. En los últimos años, ha aumentado el número de mujeres
a finales de sus treinta o en sus cuarenta que intentan el embarazo. Si ha
decidido demorar el embarazo, debido a su educación o su trabajo, por
ejemplo, puede que no haya tenido en cuenta que su fertilidad comienza a
disminuir en forma significativa a finales de sus treinta o en sus cuarenta.
Algunas mujeres incluso empiezan a experimentar una disminución en su
fertilidad a finales de sus veinte o a principios de sus treinta.
La fertilidad disminuye con la edad porque quedan menos óvulos en sus
ovarios, y la calidad de los óvulos que quedan es menor que cuando usted
era más joven. Ahora existen análisis de sangre para determinar su reserva
de óvulos, un término que refleja la relación entre su edad y su potencial
de fertilidad. En el más simple de estos análisis, se miden las hormonas
hormona foliculoestimulante (FSH) y estradiol en el segundo, tercer o
cuarto día de su periodo menstrual. Un nivel de FSH elevado indica que
sus probabilidades de quedar embarazada pueden ser menores que las que
normalmente se esperan para su edad, en particular si tiene 35 años o más.
Además, también puede solicitarse la medición del nivel de AMH (hormona
antimulleriana) para ofrecer información adicional sobre su reserva de
óvulos. Un nivel de AMH más bajo indica menor reserva de óvulos. Un
nivel de FSH anormalmente alto o un nivel de AMH anormalmente bajo
no significan que usted no tenga posibilidades de concebir exitosamente.
Sin embargo, pueden indicar que las tasas de éxito pueden ser más bajas,
que se justifiquen tratamientos más agresivos o que pueden ser necesarias
dosis de medicamentos más altas. Otra alternativa que se usa comúnmente
para detectar la reserva de óvulos es el uso de una ecografía transvaginal
para determinar el recuento de folículos antrales (RFA), que es un
procedimiento en el que se cuenta cada folículo de ambos ovarios. Un
RFA se realiza durante los primeros 3 o 4 días del ciclo menstrual.
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Las mujeres mayores de edad tienden a tener menor respuesta a los
medicamentos de fertilidad y una tasa de aborto espontáneo mayor que
la de las mujeres más jóvenes. La probabilidad de tener un embrión
con cromosomas anómalos, como uno con síndrome de Down, también
aumenta con la edad. Debido al marcado efecto de la edad en el embarazo
y en las tasas de natalidad, es común que las parejas más viejas comiencen
los tratamientos de fertilidad antes y, en algunos casos, consideren
tratamientos más agresivos que las parejas más jóvenes.
Los posibles tratamientos para la infertilidad relacionada con la edad en
las mujeres incluyen el uso de fármacos de fertilidad más IIU o FIV.
El factor cervical/uterino
Las condiciones en el cuello uterino, que es la parte inferior del útero,
pueden tener un impacto en su fertilidad, pero rara vez son la única
causa de la misma. Es importante que su médico sepa si usted se ha
realizado anteriormente biopsias, como una biopsia de cono, cirugías,
“congelamiento” o tratamiento láser del cuello uterino (LEEP), si tuvo
pruebas de Papanicolaou con resultados anómalos o si su madre tomaba
dietilestilbestrol (DES) mientras estaba embarazada. Esto es para
determinar si existe un problema con su cuello uterino. Los problemas
del cuello uterino normalmente se tratan con antibióticos, hormonas o
mediante IIU.
La prueba de HSG, que se usa a menudo para estudiar las trompas de
Falopio, también puede revelar defectos en el interior de la cavidad uterina,
que es el espacio hueco en el interior del útero donde se implantaría y
desarrollaría un embrión.
Normalmente la HSG se realiza luego de que
termine su periodo y antes de la ovulación. Algunas anomalías uterinas
que pueden detectarse son la presencia de tejido cicatricial, pólipos
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(aglomeraciones del endometrio) o fibromas y una forma anómala de la
cavidad uterina. Los problemas en el interior de su útero pueden interferir
con la implantación de un embrión o pueden aumentar la incidencia de
los abortos espontáneos. Una histeroscopía, una intervención quirúrgica
menor, mínimamente invasiva y sin incisiones, puede ser necesaria para
evaluar en más detalle y posiblemente corregir problemas en la estructura
uterina.
Infertilidad sin explicación
En aproximadamente el 10% de las parejas que tratan de concebir,
todas las pruebas anteriores dan resultados normales y no hay una causa
fácilmente identificable de infertilidad. En un porcentaje mucho más alto
de parejas, se encuentran únicamente anomalías leves que no deberían ser
lo suficientemente graves como para provocar infertilidad. En estos casos,
se habla de infertilidad “sin explicación.” Las parejas con infertilidad
sin explicación pueden tener problemas con la calidad de los óvulos, la
fertilización, el funcionamiento de las trompas o el funcionamiento de
los espermatozoides que son difíciles de diagnosticar o tratar. Se han
utilizado fármacos para la fertilidad e IIU en parejas con infertilidad sin
explicación con escaso éxito. Si no se produce el embarazo luego de tres a
seis ciclos de tratamiento, puede recomendarse la FIV, que ha mostrado ser
el tratamiento más efectivo para la infertilidad sin explicación.
fuente: AMERICAN SOCIETY FOR REPRODUCTIVE MEDICINE
1209 MONTGOMERY HIGHWAY
BIRMINGHAM, ALABAMA
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