El Papanicolau o Citología del Cuello Uterino

Justificación de la prueba


La citología de cuello uterino se realiza, básicamente, con el fin de detectar la presencia o ausencia de células cancerosas en las secreciones vaginales y cervicales.
Su mayor utilidad es la detección precoz del cáncer de cuello uterino y es menos útil en el diagnóstico del cáncer de endometrio. Sin embargo también es usada para el control de los casos de infertilidad, enfermedades venéreas o de transmisión sexual, infecciones micóticas, etc.

Toma de muestra

Para una correcta obtención de la muestra, la mujer debe situarse en una mesa de exploración ginecológica. Para poder visualizar el cuello uterino, se coloca un espéculo vaginal para separar las paredes vaginales y visualizar el cérvix. Seguidamente se realiza la toma de muestras con una espátula y/o una torunda de algodón.
Se realiza un leve raspado no doloroso en tres puntos: el fondo de saco vaginal, el lugar donde se unen los dos tipos de epitelio que hay en el cuello uterino y en el orificio de entrada a este último. La prueba dura desde la preparación de la paciente hasta el final entre 5 y 10 minutos.

¿Quién toma la muestra?

Depende de la zona de salud donde residamos. Normalmente la prueba se realiza en la consulta del ginecólogo o del médico de familia, aunque la toma de muestras puede ser realizada con la misma corrección por una enfermera o por la matrona.

Análisis de la muestra

Una vez obtenida la muestra esta es sometida a un análisis microscópico por un médico anatomopatólogo, que es aquél que se encarga del diagnóstico mediante el estudio de los tejidos del organismo.

¿Cuándo debe realizarse una citología?

La citología de cervix forma parte de cualquier programa de salud de la mujer. Se incluye de rutina en las revisiones periódicas anuales a las que una mujer debe someterse desde la mayoría de edad o antes si se inicia la actividad sexual.

La periodicidad con que debe realizarse la citología está muy discutida por los expertos.
La tendencia más actual es realizar dos citologías con diferencia de un año entre cada una y si ambas han sido negativas espaciarlas de tres en tres años hasta los 65-70 años, si no se presentan síntomas.

No obstante, puede haber casos en que exista la necesidad de realizar de forma más frecuente la prueba por determinados antecedentes personales o prevalencia de ciertas enfermedades en algunos países, regiones o áreas de salud.

La única contraindicación para la realización de esta prueba es la menstruación, pues la presencia de restos hemáticos y de desecho del tejido endometrial altera de forma marcada la interpretación de la muestra.

Consejos para el paciente

  • Durante las 24 horas previas a la realización de una citología no debe realizar baños ni irrigaciones de la zona, pues esto puede eliminar los depósitos celulares presentes en las secreciones vaginales y cervicales, alterando el resultado de la muestra.
  • Algunos médicos ven necesario también prescindir de relaciones sexuales en las 24-48 horas previas.
  • La vejiga debe vaciarse antes del examen ginecológico.
  • La prueba no requiere permanecer en ayunas.
  • No se requiere ningún tipo de sedante ni otra medicación.
  • Se debe intentar estar lo más tranquila y relajada posible, de esta forma se evitarán molestias durante la inserción del espéculo y la duración de la prueba será menor.
  • Dependiendo de los lugares de realización puede que le notifiquen el resultado siempre o sólo cuando haya sido patológico.
  • Ante cualquier duda consulte a su médico y siga siempre los consejos de la persona que realice la toma de la muestra.

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