QUERIDA ENDOMETRIOSIS: Te conozco desde que tenía 16 años, pero no desde entonces sabía muy bien lo que significabas. Jamás pensé, ni llegaría a imaginar el daño que podrías hacerme. A día de hoy con 29 años, sé muy bien lo que te digo. Eres una fiel «amiga», no me has abandonado ni un sólo día, siempre estás ahí para recordarme que existes.
QUERIDA ENDOMETRIOSIS: Quiero enumerar alguno de los momentos que hemos pasado juntas, en más de una ocasión (por no decir siempre) has sido tú la que has decidido por mí... Cuando ser madre, cuando poder salir con total normalidad sin ir hinchada de analgésicos, cuando quedarme en la cama sin poder moverme retorcida de dolor, las veces que he pasado por quirófano (siete,para ser exacta), cuando poder ir al baño y no parecer un parto, cuando tener relaciones sexuales y gritar, pero no de placer...sino de dolor, cuando comer lo que me gustaría...te recuerdo que gracias a ti, soy intolerante a algunos alimentos.
QUERIDA ENDOMETRIOSIS: Eres muy fuerte, tanto...que ni en la Unidad del dolor son capaz de qué desaparezcas por un día.
Te diré una cosa QUERIDA ENDOMETRIOSIS, sé que te tendré el resto de mis días a mi lado, tu eres fuerte, pero yo lo soy mucho más, y a pesar del daño que me has hecho...sigo y seguiré luchando.
Karen miembro Asocoen
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