Cómo favorecer la fertilidad llevando una vida sana

Junio es el Mes Internacional del Cuidado de la Fertilidad, así lo estableció la Asociación Americana de Fertilidad. Aunque en este momento no esté en nuestros planes tener un hijo pero sí lo deseamos en un futuro, siempre tenemos que preservar nuestra fecundidad. Muchas veces los problemas de infertilidad se deben a la falta de cuidados en el momento oportuno. El Dr. Gustavo Gallardo, especialista en Medicina Reproductiva de Sublimis, explica lo que tenemos que saber sobre nuestra capacidad de procrear.

 La fertilidad en la mujer y en el hombre La fertilidad es la capacidad para concebir un bebé. Una mujer es fértil si todos sus mecanismos reproductivos se encuentran funcionando con normalidad y no presenta ningún desequilibrio hormonal que le impida quedar embarazada.

 En el hombre la fertilidad se evalúa con el espermograma, un estudio que mide la calidad de su esperma. Cuando una pareja está intentando concebir y no lo logra después de un año de mantener relaciones sexuales regulares sin protección anticonceptiva, es momento de consultar a un médico por la posibilidad de que uno de los dos sea infértil. 

 De acuerdo con la Asociación Americana de Fertilidad, la infertilidad es una enfermedad del sistema reproductivo que inhibe que el cuerpo pueda realizar la función básica de la reproducción. Esta enfermedad afecta a los hombres y mujeres por igual, y puede ser ocasionada por varios factores. ¿Cómo preservar la fertilidad? Para cuidar nuestra fertilidad debemos mantener una alimentación sana, ya que el exceso o la deficiencia de grasa corporal pueden afectar el funcionamiento del sistema reproductivo. 

La Asociación Americana de Fertilidad afirma que es posible que las mujeres con trastornos de peso corporal reviertan su infertilidad si alcanzan y mantienen un peso saludable. Debemos evitar el consumo de alcohol y cigarrillos ya que influye en nuestra capacidad reproductora. Por ejemplo, el riesgo de aborto involuntario es mayor para las mujeres embarazadas que fuman. Además, es probable que las mujeres que son fumadoras pasivas también vean afectada su posibilidad de concebir. 

El Centro Nacional para la Información Biotecnológica de Estados Unidos -NCBI- afirma que los hombres y las mujeres que fuman tienen una disminución de la fertilidad. En los hombres el consumo excesivo de alcohol y del cigarrillo reduce la calidad del semen. Es muy importante realizar periódicamente controles ginecológicos y andrológicos.

 Cuidar nuestra salud sexual, estar informados y prevenir, es una forma natural de conservar nuestra fertilidad. Por ejemplo, hay enfermedades infecto-contagiosas de transmisión sexual, como Chlamidia, Mycoplasma y Ureaplasma, que pueden causar infertilidad, y ni siquiera dar síntomas que nos hagan sospecharlas. Llevar una vida sana implica practicar actividades físicas y sentirnos bien emocionalmente.

 Las Naciones Unidas define la salud reproductiva como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no meramente la ausencia de enfermedades. Fertilidad y la edad En la mujer la etapa reproductiva empieza aproximadamente a los 15 años y finaliza alrededor de los 50. Entre los 20 y 30 años sería la mejor etapa para concebir. A medida que la mujer envejece, la fertilidad desciende.

 A partir de los 35 años las probabilidades de quedar embarazada empiezan a disminuir. Por eso, luego de esa edad, si en un plazo de 6 meses de mantener relaciones sexuales sin protección la pareja no ha logrado concebir, es recomendable que vayan al médico para realizar controles de fertilidad. Los hombres también tienen reloj biológico, con el envejecimiento disminuye su capacidad fértil pero no de forma tan marcada como en la mujer.

 Por ejemplo, un hombre de 75 años, aún con menores probabilidades que un joven de 25, puede llegar a embarazar a una mujer. ¿Cuándo es el mejor momento para concebir? De acuerdo con el ciclo menstrual regular, de 26 a 30 días, entre los días 8 y 18 sería la zona fértil. Tomando como día 1 del ciclo el primer día de sangrado, el día 14 es el de ovulación, el momento más fértil.

 La mujer puede quedar embarazada si tiene relaciones sexuales durante los seis días previos al número 14, ya que el espermatozoide es una célula que puede vivir durante mucho tiempo, dentro del cuerpo de una mujer puede vivir un promedio de 4 días.

 Así mismo, existen posibilidades de concebir los cuatro días posteriores a la ovulación, es decir hasta el día 18. ¿Cómo saber cuándo la mujer está ovulando? Si el objetivo de la pareja es lograr la concepción, lo más recomendable y confiable es que la mujer se realice un análisis de sangre para saber si está ovulando. Existen otros métodos como medir la temperatura basal y la calculadora de ovulación, pero ambos son poco confiables. 

El primero porque es muy difícil obtener la temperatura que produce el cuerpo sin realizar movimiento alguno y sin factores externos que la alteren. El segundo, porque no considera muchas variables. ¿Qué estudios se pueden realizar para saber si la mujer o el hombre son infértiles? En el hombre: Espermograma. 

Es un análisis de laboratorio que permite observar la cantidad, movilidad y forma de los espermatozoides. Según los valores obtenidos en cada variable se determinará el tratamiento más adecuado para el paciente. Con este estudio se pueden detectar afecciones como varicocele, problemas hormonales, infecciones, azoospermia, etc. 

En la mujer: Estudios hormonales. Estos análisis se realizan a lo largo de un mes ginecológico (entre dos menstruaciones) libre de cualquier medicación que pueda influirlo como por ejemplo las pastillas anticonceptivas. Estos estudios además de determinar si la mujer es fértil, también informan sobre su reserva ovárica.

 En estos análisis se puede detectar falla ovárica (precoz o por la edad), problemas hormonales (diabetes, hipotiroidismo), y otras enfermedades (celiaquía) que en forma directa o indirecta estén afectando el normal funcionamiento ovárico. Histerosalpingografía. Es una radiografía especial para observar el útero y las trompas de Falopio. Se pueden descubrir alteraciones en la capacidad uterina para llevar a término un embarazo. Con este estudio también se advierte si hay obstrucciones en las trompas, presencia de pólipos, miomas entre otros. 

Tratamientos para la infertilidad Existen muchos tipos de tratamientos con características diferentes. Cada caso merece un procedimiento específico. Solamente con un buen diagnóstico se puede determinar el tratamiento más adecuado para el paciente. Por ejemplo, la fertilización in vitro no funcionará en una mujer que padece hipotiroidismo hasta que esa enfermedad no sea controlada. Tampoco se pueden probar todos los tratamientos existentes, como pasos a seguir hasta que alguno de resultado. No todos los métodos son los que el paciente necesita.

 Los diferentes tratamientos pueden ser médicos (como la ingesta de pastillas para corregir un problema endócrino), quirúrgicos (como la reconstrucción de las trompas) o específicos de la especialidad en medicina reproductiva (como la fertilización in vitro). La Asociación Americana de Fertilidad afirma que el 90% de los casos de infertilidad son tratados con terapias médicas convencionales, tales como medicamentos o cirugía. El Dr. Gustavo Gallardo afirma que de todas las parejas que consultan por fertilidad, el 80% logra concebir.

fuente:http://www.diaadia.com.ar/tu-salud/como-favorecer-la-fertilidad-llevando-una-vida-sana

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