El ser humano siempre
pretende hallar en la vida un esquema de felicidad y a la hora de modificar
aquello que le impide avanzar, requiere de un duro estruendo del destino; y es
allí donde la endometriosis entra en mi vida.
Soy LINA TATIANA VILLA
ROJAS, tengo 28 años, psicóloga de profesión y vocación, especialista en
cultura de paz, educo para y en la paz y el amor, amante de la vida y enamorada
de mi hija, mi princesa mágica, soltera empedernida, lectora por afición y
medio loca por decisión. Mucho de lo anterior se lo debo a una de las peores y
mejores cosas que me han pasado en la vida: MI ENDOMETRIOSIS.
Si, es mia. Tuve que hacerla
mia. Nadie, ni siquiera los profesionales de la salud la conocen como deberían,
tuve que conocerla, entenderla y hacerla mia, sola. Desde los 10 años que llegó
mi primera menstruación pase de medico en medico y de diagnostico en
diagnostico: tienes hipoglicemia, asma, gastritis, problemas urinarios y
renales, síndrome de colon inflamado y otras mil cosas que ya no recuerdo, que
me hicieron pensar que a la hora de engendrarme papà y mamà habían hecho algo
mal (jejeje). Los dolores eran constantes, mis cambios repentinos de animo eran
insoportables, menstruaba 15 dias o hasta un mes y como escucharìa miles de
veces los siguientes años, la respuesta medica era: “ES NORMAL, LE PASA A
MUCHAS MUJERES”.
A mis 17 años decidì que el
único novio que había durado mas de un año conmigo y aguantado todos mis
síntomas, merecia ser mi esposo, asi que me case; muy joven, lo sè. Y allì
empezó lo peor, tener sexo era un infierno, mi deseo era casi nulo, mi vagina
se inflamaba, la piel que la recubre se agrietaba y sangraba, la penetración
era la experiencia mas dolorosa de la vida y para rematar los días siguientes
eran terribles. Aun asi, lo hacia, por cumplir, por ser buena esposa y porque
los médicos repetían: “ES NORMAL, LE PASA A MUCHAS MUJERES” y recetaban alguna
crema vaginal y pastillas para la infección urinaria.
En uno de tantos exámenes
que me practicaron, me dijeron que tenia matriz infantil y que sería difícil
embarazarme (igual que mi madre), de todos modos planificábamos, mensualmente
íbamos a la farmacia a aplicarnos la inyección. A finales del 2005 presente una
crisis urinaria y por fin me tomaron en serio, el medico recetó a mi esposo y a
mi una cantidad de pastillas alarmantes y nos dijo que no podíamos tener sexo
mientras las tomabamos, luego de un mes reiniciamos nuestra intimidad y de
inmediato quede embarazada contrarrestando el efecto de la inyección de
planificar.
En 2008 me divorcie, después
de algunos eventos de violencia intrafamiliar, en el ultimo episodio a eso del
2009 quede física y emocionalmente muy afectada, mi abdomen se inflamo y
presenté infección urinaria severa, sangraba mucho y fui a urgencias en varias
oportunidades, recibiendo únicamente mi dosis de acetaminofén y
nitrofurantoina, luego de varios intentos por recibir atención especializada,
encontré un angel, un medico que igual que yo, pensaba que era absurdo verme
tantas veces en la clínica con los mismos exámenes y sin resultados, me examino
y detecto una obstrucción intravaginal y de inmediato programó laparoscopia
diagnostica (febrero 2009).
Estuve muchas horas en quirófano, al salir,
estando en sala de recuperación, el medico tocó mis mejillas y susurrando al
oído me dijo: “tienes endometriosis pélvica severa, estadio IV, con avance al
diafragma, te saqué 1000 cm3 de sangre acumulada en el abdomen, no pude hacer
nada mas, no te vas a morir de esto, pero te va a seguir doliendo mucho, de por
vida”. Que que? No entendí ni la mitad. Luego en la habitación entró una
enfermera y le pregunte que era ENDOMETRIOSIS? Y me dijo: eso es una enfermedad
venérea. Que que? Cuando paso? Pero yo me cuidaba? Ohh sorpresa, ella se
referia a la endometritis.
Después de mas de una semana
hospitalizada y mis constantes dolores y desmayos, el medico me inicio
tratamiento con DANAZOL, lo que me produjo menopausia medicamentosa, caída del
cabello, rompimiento de las uñas, subida de peso, engrosamiento de la voz,
exceso de vello facial, mi clítoris se transformo en un micropene,
inestabilidad emocional, mareo, vomito entre otros y adicional a esto mis
dolores continuaban y mi vida se limitaba a una cama, así duré dos años.
Estando en ese proceso me
realizaron varias laparoscopias de limpieza, en las que detectaron afectación
en los sistemas reproductivos, urinario (incluyendo riñon derecho), digestivo, en
el hígado, pulmón derecho y órganos diafragmáticos, en la cicatriz de mi
cesarea y mucha sangre acumulada, así que ningún tratamiento había funcionado.
Sentí morir tantas veces, mi
vida no se parecía en nada a lo que había imaginado, sin poder trabajar, ni
estudiar (por cierto, tuve que graduarme en la UNAD, desde la clínica presente
mi trabajo de grado), no podía ni siquiera cargar a mi hija, los dolores no
calmaban, me desmayaba, vomitaba, era un caos. No puedo contener las lagrimas
al escribir este párrafo, fueron 4 años muy difíciles.
Luego conocí a mi otro
angel, un ginecoobstetra que me haría entender que aunque no había cura,
extraer mi sistema reproductor ayudaría a calmar algunos síntomas; la junta
medica se opuso, que porque era muy joven y que porque tener mas hijos era
importante para mi y que la manopausia a esta edad no era un opción. Y yo solo
pensaba, entonces den otra opción, ayuda, por favor. Al final lo aceptaron, por
mis suplicas y me operaron.
Tuve que aprender el
siguiente trabalenguas: HISTERECTOMIA Y SALPINGOOFERECTOMIA BILATERAL.
Significa que me extrajeron todo el sistema reproductor incluyendo útero,
trompas de Falopio, ovarios, paredes vaginales internas. Adicional a esto,
tuvieron que extraer un trozo de intestino y limpiar el riñon derecho, casi
pierdo mi vejiga.
La recuperación fue mucho
mas difícil, no lograba ponerme en pie, sentía mucho dolor, me diagnosticaron
osteoporosis y osteoartritis, el exceso de sudor era incontrolable, la orina
era expulsada de mi cuerpo sin aviso alguno, estaba muy inflamada y las
emociones jugaban conmigo, asi duré 6 meses.
Y para completar los
síntomas que precedían la cirugía no se fueron, el dolor y la inflamación eran
insoportables, la única diferencia era que ya no podría ser mamá, que me había
descalsificado y que la menopausia sería mi gran amiga desde mi juventud. El
desespero se apodero de todos en casa (mi madre, mi hija y yo), íbamos a grupos
de oración, a misas de sanación, a hierbateros, donde nos dieran una opción de
continuar viva y disminuir el dolor.
Todo cambio cuando conocí a
mi maestra Reiky, inicié mi tratamiento desde el aspecto espiritual, entendí
que mi cuerpo puede cambiar, mis capacidades y habilidades se pueden ver
limitadas y aun así, sigo siendo yo. En la actualidad continúo haciendo
oración, imposición de manos (me reconecte con la parte divina que hay en mi),
practico yoga y soy inmensamente feliz, logré hacer manejo del dolor a través
de mis pensamientos y aunque no es fácil, he mejorado mucho.
Ahora hago parte de la
asociación colombiana de endometriosis e infertilidad, soy la gerente de
recursos humanos y me llena de alegría, somos una gran familia, todas
entendemos la situación de todas y creo que mis experiencias les sirven mucho a
mis endosister, tanto o mas que a mi cuando les hablo e intento transmitirles
la paz, el amor y la felicidad que he logrado obtener en medio de tantas miles
dificultades que se me han presentado. Por eso hoy, mi misión es: “Tocar
Corazones, Transformar Vidas”. Gracias por la experiencia de compartir un poco
de mi vida.
Si quieres hacer parte de la Asociacion , escribenos endometriosiscolombia@gmail.com
Querida Lina, leí tu emotivo artículo con los pelos de punta. Creo que de las dolorosas experiencias que has vivido personalmente pasé por el 80% de ellas. La mía es una historia igual que la tuya hasta el momento de entrar al quirófano pero con una continuación bendecida por Dios. A los 19 años me diagnosticaron Endometriosis, aprendí por fuerza el mismo vocabulario médico que tu. Solo puedo decirte que hay muchas personas que te entendemos, compartimos tu aflicción. Me trajo una sonrisa leer que tienes una princesa hermosa quien va ser tu fuerza para seguir y convivir con tu endometriosis.
ResponderEliminarGracias a ti Jimena por tus palabras, Dios bos continúe bendiciendo. un abrazo. ya haces parte de la asociación? conectate para que podamos compartir mucho mas
EliminarMi Sister sos una berraca!!!! Gracias por toda la fortaleza y el apoyo que nos has brindado a todas las chicas de la Asociación. Sabes lo mucho que te admiro y que sos uno de mis mayores ejemplos a seguir (cuando crezca quiero ser como tu). Te quiero mucho mi endosister y te mando un beso y un abrazo tan fuerte que alcancen a llegar con toda mi energía hasta donde estas.
ResponderEliminarTe quiero mi endosister. Gracias a ti por tu compañía en la distancia. No serás como yo, porque ya eres mejor. Besos
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