Hola a todas,
Mi nombre es Viviana Yamile Riascos
Martínez, soy de Pasto-Nariño-Colombia, tengo 28 años, soy una paciente de
endometriosis, diagnosticada por laparoscopia a mis 22 años, pero he padecido
todos los síntomas de la endometriosis desde mi primera menstruación, cuando
tenía 12 años.
Durante 15 años sufrí la larga historia
que la mayoría hemos vivido, dolores menstruales extremadamente fuertes e
incapacitantes, variables estados de ánimo, mal genio, depresión... en fin
todas esas cosas que no nos permiten llevar una vida tranquila, sumado a esos
se une todas las in-comprensiones médicas, donde nos dicen que todos esos
dolores son normales y que debemos "soportarlos" nada más.
ENDOMETRIOSIS NO ES SINONIMO DE INFERTILIDAD
Ya cansada de tanto dolor un día en una
consulta de urgencias le exigí al ginecólogo que evaluara más a fondo mi caso
ya que no parecía normal que con la simple llegada de la regla ya no pueda ni
caminar, fue entonces que logre me realicen la primera laparoscopía, y si
evidentemente era endometriosis.
Ese día por error de las enfermeras me
hicieron un desgarre en el cuello del útero al retirar una pinza, y permanecí
hospitalizada una semana. Pero la noticia ya estaba dada, el ginecólogo me dijo
que ya no podía quedar en embarazo, endometriosis = infertilidad fue el
diagnostico final.
Desde entonces me medicaron Danazol, lo
tome por dos años y sí me regulo la menstruación y los dolores se marcharon,
pero el ginecólogo me dijo que debía suspender el medicamento ya que solo debía tomarlo hasta por seis meses pues
tendría otros efectos. Al dejar de tomar Danazol los dolores volvieron y en una
escala mayor, la verdad me sentía derrotada por la endometriosis, incluso le
solicitaba al doctor me realice la histerectomía para ya no sufrir más, pero él
no atendió mi solicitud.
Fue tal mi insistencia para buscar
mejorar que el ginecólogo me medico Vissane de Bayer (Dienogest 2 mg); el cual tuve que costearlo
por mis propios medios ya que no está incluido en el plan de salud, pero los
resultados fueron inmediatos, la menstruación me llegaba cada mes pero sin
ningún dolor y sin el sangrado abundante, era genial saber que la regla venia y
que ya no me preocupaba por sufrir los intensos dolores incapacitantes, pero
igual este es un medicamento que no se debe exceder en su consumo, por lo tanto
solo lo tome por un año; y para ser sincera también lo suspendí por su alto
costo .
Nuevamente al no tomar ningún medicamento el dolor volvió, la verdad es muy
desgastante sentir tanto dolor y no tener una solución, creo que a todas nos ha
pasado que hasta la propia familia ya no nos cree que el dolor sea tan fuerte y
que nos quejemos tanto.
Solo estuve sin medicamentos por 7 meses
y tras los intensos dolores regrese al ginecólogo nuevamente a solicitar ayuda
para mejorar mi calidad de vida.
En una ecografía que me realizaron para
ese entonces, apareció que también tenía principios de adenomiosis,
por lo tanto en septiembre de 2012 me realizaron la segunda laparoscopia
para retirar unas adherencias que tenía en el peritoneo. Los comentarios
siguieron siendo los mismos, solo podían medicarme calmantes para el dolor ya
que la endometriosis no tenía cura.
La única solución que me recomendó el
ginecólogo fue seguir tomando pastillas de planificar, (de las que si cubrían
mi entidad de salud) ya que por mi edad no se autorizaba la histerectomía.
Estas pastillas lo que lograban era suspender la menstruación, por lo tanto no
tenía cólicas, pero igual mi estado de ánimo no era el mejor.
Todo cambio cuando mi hermana me conto
que estaba en embarazo, me puse feliz al saber que sería tía y por eso le deje
de dar importancia a la endometriosis y empecé a hacer muchos planes con mi
hermana. La verdad ya no pensaba en otra cosa que en mi sobrina.
Unos meses después mi hermano me recomendó tomar unas aromáticas
que se lo había recetado un amigo suyo que era médico naturista y las cuales
servían para la endometriosis, esta aromática se la preparaba con una hoja de
anamú, una hoja de yanten y una astilla de uña de gato en tres tazas de agua;
me tomaba una taza diaria en las noches , alcance a tomarlas como por un mes,
pues con la llegada de mi sobrinita ya no tenía tiempo para nada mas que no fuera ella.
Para
esas fechas me comenzó un fuerte dolor de senos y como era de costumbre yo
tenía que estar en control con el ginecólogo cada tres meses, así que asistí a
la cita de control y le comente esa novedad al ginecólogo, el cual me dijo que
el dolor podía ser por las pastillas de planificar que estaba tomando y no le dio mayor importancia, pero
prosiguió realizándome una ecografía para revisar como estaba mi útero y aquí
estuvo la gran sorpresa!! El ginecólogo se sorprendió al mirar un pequeño
corazoncito latiendo dentro de mi enfermo útero, pero era verdad, ahí estaba,
yo no lo podía creer, pero ya tenía 12 semanas de embarazo por eso ya se podía
escuchar su corazoncito.
Inmediatamente tuve que suspender los
medicamentos que tomaba al igual que las aromáticas ya que el anamú puede ser
abortivo; y así empezó mi felicidad, aunque fue un embarazo de alto riesgo me
cuide mucho para que todo salga bien y efectivamente así fue, el 24 de enero de
2014 llego a mi vida mi príncipe azul,
mi único y verdadero amor, se llama Samuel por su historia bíblica, es un bebe
hermoso y sano, aunque estaba programada
para un parto normal pero por el rompimiento temprano de membranas me tuvieron
que realizar una cesárea.
Esta es mi historia y la comparto para
que quienes todavía tienen la oportunidad de quedar en embarazo, no se
desanimen y entiendan que Endometriosis no es sinónimo de infertilidad.
Gracias!!
Testimonio compartido por Viviana Riascos Endoguerrera de Pasto-Nariño.
Asociación Colombiana de Endometriosis e Infertilidad generando #concienciaendometriosis
Viviana amo tu historia, gracias por compartirla e invitarme a leerla, este es un ejemplo divino de como obra la naturaleza si se lo permitimos y como la vida nos sorprende con regalos maravillosos puede ser un hijo o un sobrino o simplemente un instante de felicidad, solo debemos estar atentos, conscientes...vivimos en modo automático y no nos damos cuenta de tantas señales que nos llegan cada instante de nuestro cuerpo y nuestra alma para cada situación de la vida. Gracias.
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